Para entender mejor la naturaleza de lo ocurrido con Rosario, presento a los amigos de la infancia del Rey, Víctor Tebedeus y su novia Lara Lorensqeur, ambos de catorce años de edad y Amanda Klavilakshia, de quince años de edad. En esa época, el rey era príncipe y estudiaba en la academia de la nobleza con sus mejores amigos, a los diecisiete años de edad.
Sucedió que, un día como cualquier otro, el palacio vibro de alegría cuando el joven príncipe declaro su amor por Amanda, y esta a su vez, acepto en mutuo acuerdo la propuesta de matrimonio. Y tanto el joven como su mejor amiga compartieron una época feliz, sin olvidarse, claro está, de sus amigos Víctor y Lara.
Prósperos años venideros se veían, hasta que un día, la reina cayó enferma y falleció pocas semanas después. Eso destrozo el corazón vivido y feliz del príncipe, que se convirtió en rey poco antes de la muerte de su madre. Y solo otra persona que él consideraba un amigo conocía su dolor. Víctor era huérfano de padre y madre, no tenía más familia que su novia y no tenía más amigos que el rey y Amanda. Pronto el rey hizo a un lado la necesidad de los estudios en la academia y continúo con su educación en el mismo palacio, recibiendo desde los más letrados filósofos hasta los más cultos teólogos. Víctor, Lara y Amanda se vieron abandonados por el Rey.
El Rey entrenaba para las batallas, mientras Amanda salía con un compañero de su clase llamado Arturuct. Estudiaba cartografía mientras Lara viajaba por el reino en un afán por convertirse en actriz y ser famosa. Redactaba leyes, escribía informes enteros en solo horas y practicaba lucha libre contra guerreros de la corte, mientras que Víctor se alistaba para ser caballero. El rey había abandonado su necesidad de amigos, había dejado de acercarse a las personas, temiendo que estas pudieran abandonarlo.
Sin embargo, una que otra vez, durante sus vacaciones, Amanda, Lara y Víctor se acercaban al palacio y solicitaban audiencia con su majestad. A lo que nunca se les respondía con un sí. Pero a pesar de ello, los amigos del rey todavía seguían yendo aunque sea una sola vez al palacio a tratar de divisar a su amigo (aunque este los haya abandonado). Y sucedió pues que un día una legión de soldados llego a la recluta en busca de un hombre apellidado Tebedeus, a lo que respondió el hombre de veintidós años Víctor Tebedeus, quien fuera llevado al palacio a una audiencia obligatoria con el rey.
El rey no había solicitado la audiencia, sino el consejero real había pedido que un hombre de la entera confianza del rey fuese traído ante él, pues el rey estaba completamente fuera de sí, dentro de su habitación, lloraba y gritaba, golpeaba cosas y otras las arrojaba. Finalmente, Víctor fue llevado a la habitación donde se encontró con la figura más deprimente y patética que jamás había imaginado (un hombre fuera de sí) y la detestó. Procedía a marcharse cuando el rey le reconoció, se aproximo hasta él y le abrasó, le tendió la mano y le pidió disculpas, lloraba a cantaros mientras hablaba, entonces, el rey y Víctor pasaron horas charlando (lo que levantaba el ánimo de su majestad). Víctor le comento acerca de la desafortunada muerte de Amanda a manos de un oso, lo que impresionó al rey, que le comento a Víctor que él una vez estuvo interesado en ella y que de verdad se habría casado con ella, aun si no la amaba como era debido. También hablaron del rotundo éxito de la ahora esposa de Víctor, Lara, como actriz en uno de los recitales de la capital del arte del reino. Y de un sinnúmero de cosas más, que hicieron que el rey tomara confianza por Víctor nuevamente.
Una vez restaurada la tranquilidad, Víctor regreso al trabajo que tenia (el de Reclutar cadetes) y a la vida ordinaria que llevaba después de todo. No supo nada del rey en mucho tiempo.
¿Qué tiene que ver esto con Rosario? Pues, Rosario era una mujer que lo amaba, al igual que el amaba a Amanda antes de que su madre muriera, y Amanda falleció a manos de un oso (o eso es lo que dicen), existe la creencia de que el oso fue el método de asesinato mejor pensado, pues el hombre por el que el rey había sido abandonado se llamaba Arturuct (que significa “el que tiene apariencia de oso”), y pues, también está el hecho de que Rosario fue encontrada muerta en manos del rey con un cuchillo de otro reino en el pecho, además de las extrañas encerronas del rey que solo eran consoladas por sí mismo (a excepción de la vez en la que Víctor le ayudo a restablecerse) todo esto reunido llevo a una minoría del reino a pensar que su rey era un hombre que no disfrutaba del amor de las mujeres y que por esa razón las asesinaba si estas lo amaban demasiado o hasta muy poco. Quizás sea verdad, quizás no. Eso solo podría ser contestado por el Lord Caballero Víctor, cuyo asenso fue logrado por sus propias habilidades y no por indulgencia. O la Doncella Lady Lara, que después de una gran carrera artística se retiro a unas pequeñas vacaciones con su marido, el Lord Caballero. Trágicamente Víctor y Lara fallecieron en una acomedida salvaje de la gente del este (durante las Guerras Misceláneas) durante su regreso a casa.
El rey estaba nuevamente solo. Quizás incomprendido, quizás muy poco amado, pero si era respetado, pues él había entregado todo por su nación, había sido un gran rey noble y amable, que con puño de acero castigaba y con manos de seda aliviaba el dolor del reino.
El Noble hombre, más noble que todos los hombres, y más adinerado inclusive, había logrado tal posición a través de la indulgencia, la cual aplicaba no en el rey, sino en sus más allegados lacayos y edecanes. El soldado más bravo, cuyo campo era estéril y cuya familia era extensa había conseguido el permiso de entrada al palacio por cortesía de una noble dama que su hijo mayor había conquistado. El Noble amaba al rey, el Soldado amaba al Rey, y la triste y desdichada doña, amable, anciana, débil y solitaria amaba también al Rey. Pero el Noble suponía que los rumores debían ser ciertos, el soldado pensaba todo lo contrario y a la doña no le interesaba el todo los rumores (quizás estaba más interesada en sobrevivir). Aun así, los tres amaban al rey que les había gobernado, y lo amaban con tanta fuerza en el corazón, que la dama se retiro del palacio con las monedas que el noble y el soldado le otorgaron, llevo comida a la casa de su hijo el mayor, quien tenía condiciones similares a las de su madre, y le rogo en el nombre de su rey que marchara al campo de trabajo o al de batalla. Este joven amaba tanto al rey que decidió ir a luchar en nombre del reino y en el nombre de su familia y de su hermosa madre que una vez fue atacada por un oso y sobrevivió.
¿Dónde está el amor en este pequeño cuento? En el mundo… en el despertar… en el vivir… porque el amor es solo una palabra que no tiene significado, y es lo que representa esa palabra lo que realmente es importante… que los hay que dicen que el amor es cuestión de reacciones químicas, está bien, porque así es… pero es la importancia que le demos a esas reacciones y de cuanta satisfacción llene ello nuestra existencia lo que determina que tan hermoso es el amor… El rey no pudo dejarse amar por nadie, pues amo a su padre y falleció, amo a su madre y falleció, amó a su prometida, le abandono, la dejo partir y oyó acerca de su muerte. Amo a su mejor amigo y a la esposa de este, pero ellos también se dice que murieron. Amo a su reino y a la gente del reino, a lo que ellos respondían con respeto y dignidad, sin poder acercársele y sin tocarle y sin decirle “te amo”… el rey casi no lo soportaría… sin embargo el encontraba satisfacción en la gratitud, y en las caras felices de los hombres y las mujeres del reino. Pudo seguir adelante…
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